Revista Invisibles
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Año 1 / Número 4 / Octubre 2013
Poesía

Poemas de Verónica Viola Fisher


Selección de Florencia Abadi


Presentamos una selección de poemas de Verónica Viola Fisher (Buenos Aires, 1974). A lo largo de su producción, se sostiene la voz dolorida y valiente de su primer libro, aunque el tono y la ironía toman nuevas formas. Ha publicado Hacer Sapito (Editorial Nusud, Buenos Aires, 1995; reedición en 2005 por Gog y Magog), A boca de jarro (Edición A Secas, Buenos Aires, 2003), Arveja Negra (Vox, Bahía Blanca, 2005), Notas para un agitador (La calabaza del diablo, Santiago de Chile, 2008). Forma parte de varias antologías, entre ellas, Monstruos. Antología de la joven poesía argentina (Fondo de Cultura Económica, 2001, a cargo de Arturo Carrera), y Poetas argentinas 1961-1980, Ediciones del Dock, 2008, a cargo de Andi Nachón). 

De Verónica Viola Fisher
Imagen
Dialéctica


No hay voluntad de persistir sobre este asunto 
No quiero hablar 
sobre posibles razones respecto 
de mi comportamiento: te acaricié 
como si estuviera repasando con el dorso de una mano 
las miguitas de la mesa 
hasta la palma de la mano contraria y no tengo 
más que amor para darte.



Brindis


Hagamos derroche 
en esta dimensión 
águila o buey sobre la boca 
me arrastran por el cielo 
de modo brutal 
si digo que soy feliz 
¿sonará el tambor, 
del arma que oculto tras la sien?


De Notas para un agitador
 
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Convicción a dos voces


 1


No sabe
(si bajarse los pantalones
es una buena estrategia)
no pregunta no responde no reflexiona
habla habla cada articulación
es una clavija los dos omóplatos dos
platillos su mirada un silencio
de pupila abierta un agujero
negro (como el secreto del que
no sabe)


entonces ¿cuál es
la mejor estrategia? (se agacha y) 
si no siente nada
(está perdido)
está perdido


2


Cuando era pequeño se le cayó un piano
en la nuca, desde ese día sus vértebras
suenan cada vez que baila
sobre la silla eléctrica: no muestra arrepentimiento
con palabras, no entona
baladas de protesta


Se dedicó a grabar sonatas
de guerra, percusión ósea contra
tiritar de dientes. La electricidad es buena 
compañera dice ahora
encerrado a perpetua


De la música del cuerpo proviene
una verdad indisoluble pero si hubiera
caído una hoja
filosa sobre su nuca, ¿qué palabras
escribiría nunca?


un niño pregunta a otro
cuando el mar se agita, habla?
shh... le contesta su amiguito
al igual que las olas
y callan.


De Hacer sapito
Imagen
1


Mi casa es una
entera casa miento
esta rota y negra
como los ojos de
Dios la hizo
partida en cuatro
ojos dos hijos
veían.


2


Hija sos la luz
de mis ojos
sos mi mejor
pupila
asi que ojito
con intentar escape
y ver
porque en cualquier momento
yo puedo
cerrarte los ojos
dormirme
y pupila y oscura
en la pieza honda
hija de mi cerebro
te quedás.


3


Cuando era pequeña mi abuela
la Negra me dijo:
a las visitas les escondo
tus fotos porque
me da vergüenza
la nieta gorda y
fea que tengo
Yo me sentí como un elefante
frente a una rata
y le entregué la canastita con comida
que hubiese envenenado
Cuando miro fotos de mi infancia
comprendo
todas las mías tienen luz
pero Negrita
sin flash salieron
tus fotos de lobo.


De Arveja Negra


Tengo un problema:
arranqué los ojos de mi muñeca
y ya no ve. Desde el noveno piso
lancé con ímpetu al patio interno
de mi vecina un ojito, el izquierdo.
En una alcantarilla, único
ojo abierto que permite
entrar en la imagen hecha cuerpo;
es de saliva poderosa
seduce agresiva cualquier intento
de entrega externa, la convierte
en interna destrucción. Allí
abandoné el otro ojo que rodó
como una arveja negra.
Mi muñeca: muñón del alma mía
no está ciega, es simple
no tiene en la cara ojos
y su cabeza recuerda
pequeño el patio que se agiganta
a gran velocidad, un agujero.
Yo le muestro
determinada cantidad de dedos, ¿cuántos
hay? le saco la lengua, me burlo
lloro en silencio y no lo nota, la amenazo
y nunca tiembla: Ojos que no ven
corazón que no siente. Necesito
dos ojos, o un corazón
autosuficiente. Mi lágrima no sabe
parir otros, mi problema es
operar en el hueco
de la mirada. No, 
caer en él.


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