Revista Invisibles
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Año 7 / Número 25 / Marzo 2019
cine

Jonas, Jonas, Jonas


La mañana del pasado 23 de enero, dejó este mundo el gran Jonas Mekas a los 96 años. Artista multifacético, poeta, cineasta, escritor, ensayista, archivista, padre del cine de vanguardia americano. Junto a su hermano Adolfas Mekas, crearon la revista especializada Film Culture y el Anthology Film Archives. Amigo de Lennon, de Ginsberg, de Brakhage, lituano de nacimiento y americano por adopción, fue sin duda una figura fundamental del campo intelectual newyorkino del siglo XX.

Por Chan Tejedor
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LITUANIA / PARAÍSO

Cuéntame, Musa, la historia del hombre de muchos senderos... Su origen, su infancia y su paraíso. No, no es arbitraria la Odisea porque en Lost, Lost Lost (1976), Jonas Mekas no deja de invocar una y otra vez el espíritu de Ulises, el desterrado.

El año era 1949, Jonas y Adolfas a la semana de desembarcar en New York, pidieron dinero prestado para comprar la que fuera su primera cámara Bolex. Las imágenes no mienten, nunca mienten. “Todo esto fue real” recita Jonas en As I Was Moving Ahead Occasionally I Saw Brief Glimpses of Beauty (2000), y efectivamente las imágenes capturaron a los jóvenes hermanos Mekas, sonriendo en blanco y negro y comenzando otro capítulo de la larga odisea que había empezado cuando emigraron de Lituania en 1944 tras la ocupación rusa de 1940. En el camino, fueron detenidos en Alemania y tomados como prisioneros en campos de trabajo por ocho meses hasta que lograron escapar. Los siguientes cinco años anduvieron por Flensburg, Hamburgo, Wiesbaden, Kassel... Incluso Jonas estudió Filosofía durante dos años en la Universidad de Mainz.

Fue en ese período errante de cinco años donde comenzaron a formar su ojo cinéfilo y crítico. Veían lo que proyectaban de acuerdo a qué frente estuviera ocupando la zona en la que encontraban refugio, desde Tarzán hasta Cocteau, pasando por películas realistas alemanas, hoy poco recordadas pero que eran de las favoritas de Jonas, films de Helmut Käutner, Josef von Báky o Wolfgang Liebeneiner.
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Para cuando llegaron a New York, Jonas apenas hablaba inglés aunque sí lo leía, de hecho una de las lecturas en el barco que lo llevó a América fue Adiós a las armas. Practicaba inglés con Hemingway, uno de sus autores predilectos, porque le gustaba su forma sencilla y directa de escribir. En la larga transición de adaptación a la vida intelectual newyorkina, Jonas fue incorporando lentamente el inglés a sus diarios al punto de que para la década del ‘60 sus apuntes, diarios y guiones, eran exclusivamente en inglés. Todo menos la poesía “No creo que nadie pueda escribir poesía en otro lenguaje más que el materno”, dice Jonas en una entrevista que le hizo Scott McDonald para la revista Octubre (1).

BOLEX / LAS PALABRAS

El Jonas poeta es el Jonas lituano: “En Lituania me conocen como poeta, en Europa como cineasta y en Estados Unidos como archivista”. ‘Poeta’ en el diccionario Mekas es lo opuesto a ‘político’; el cine de vanguardia lo opuesto a Hollywood, los pequeños países en desarrollo lo opuesto a las grandes naciones imperialistas. Es que en Mekas hay una poética no sólo de lo pequeño, de lo cotidiano sino también del fragmento de la obra que no tiene porte teleológico “Nada pasa en este film” repiten las placas de As I was moving ahead… Sin embargo, a partir de la nada y de la recopilación -primero- de sinsignos como los haikus de Lost, Lost, Lost o biográficos como en Walden (1969) y -segundo- de qualisignos puros como la grumosidad del 16 mm, el glow de los copos del agua, las marcas del film propiamente dicho, los rayos de sol entrando en la ventana del hermoso departamento del Soho en el que vivieron los Mekas durante 30 años hasta desintegrar su etapa fílmica por la digital.

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Fueron los qualisignos, la vanguardia misma, que ya exaltaban con Adolfas cuando comenzaron a coordinar proyecciones mensuales en 16 mm durante la década del 50. Películas como Abstract in Concrete (1952) de John Aravonio que es un compilado de reflejos nocturnos en pisos mojados de New York. Películas que no tenían como pilar fundamental la narrativa sino el lenguaje puro de luz y movimiento. De ese núcleo cinéfilo, en 1954, Adolfas y Jonas crearon una sociedad llamada Film Forum y para el mismo año, saldría el primer número de la creación de los hermanos Mekas: la revista Film Culture editada por Jonas y con colaboraciones de Rudolph Arnheim, Peter Bogdanovich, P. Adams Sitney y Stan Brakhage entre otros, de la cual se imprimieron 79 números entre 1954 y 1996.
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​SOHO / LA BELLEZA

En el 2004 conocí la obra de Mekas en la sexta edición del BAFICI, que le dedicó
una retrospectiva gloriosa. Desde entonces, Mekas es sinónimo de un estado del
alma de plenitud, felicidad, belleza y nostalgia porque su filmografía me flechó y estoy convencida de que mi vida cambió gracias a ella. Mi apertura a su obra fue As I was moving ahead… un compilado de poco más de 10 años en 5 horas, un trabajo de edición titánico que pudo llevar a cabo gracias a un subsidio con el que logró consumar una idea que hacía tiempo le rondaba en mente. Se trata de una obra maestra total de la historia de sus filmaciones familiares, un En busca del tiempo perdido sólo que el tiempo está allí, en el film, en las memorias capturadas para siempre: el nacimiento de sus hijos -Oona y Sebastian- en film, miles y miles de flores, salvajes o en jarrones, en film, amigos e intelectuales de la escena newyorkina de los 70s en film, dinastías de los gatos de la familia -Duffy, Sunshine- en film. Y sobre todo, la belleza. La noción de paraíso a partir de la nada. Nada más que el devenir cotidiano. Todavía creo que es una buena película para adentrarse a su filmografía porque está cronológicamente justo en el medio de su proceso multifacético, cuyo material es de los 70s y principios de los 80s pero su estreno fue en el año 2000. Una película intimista que se ubica entre la filmografía cercana a la protesta de la primera década en América y el diario digital de los 2000s en el que audio e imagen se encuentran juntos para reflexionar in situ sobre lo mostrado.

Jonas le regaló otra belleza a la década del 70: la creación del Anthology Film Archives, un lugar destinado a la preservación, proyección y visualización del cine independiente y de vanguardia.
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BROOKLYN / EL SER

Después de 30 años de vivir en el Soho con su familia, Jonas volvió a Brooklyn, al mismo Brooklyn que lo había acogido a él y Adolfas ni bien llegaron a New York. Los puentes que separan Manhattan de Brooklyn también funcionan como metáforas de un cambio de perspectiva en su obra. Obra y vida en Mekas son sinónimo. Una vida entera filmando y documentando a cada paso, pedazos de registro de lo real. Él mismo se ha definido como filmador y no como realizador cinematográfico. Es muy emotivo comprometerse con la obra de Jonas como quien entra en una enciclopedia infinita con un lenguaje especialmente diseñado por él y por su entorno a través de todos los años en los que se codeó con artistas y colegas. De más está decir que su extensa obra, sus proyectos y colaboraciones son prácticamente inabarcables para una nota conmemorativa y que todo vale la pena: desde las Reminiscencias de un viaje a Lituania hasta la Correspondencia con José Luis Guerín, un ejemplo de humanismo en los albores del siglo XXI, o el diario digital de los 365 videos que filmó en el 2007 y que pueden verse en su web.

La vejez, dentro de su magnífica vida lo encontró yendo a festivales, editando libros, exposiciones de fotografías y participaciones en eventos de toda índole. Su trabajo más importante de los últimos años, consistió en recaudar fondos para la remodelación del Anthology Film Archives, la construcción de una biblioteca en el último piso y un bistró francés donde “pueda conseguirse buen café” . De todo eso y mucho más, habla con Jim Jarmusch en un diálogo publicado en Another Mag. Personajes como Patti Smith, Mike Stipe, Jarmusch y Scorsese, fueron donantes importantes. Lo mismo que Christo o Cindy Sherman que han donado obra para subastar.

El tiempo preferido de Jonas era el presente, quizá por eso vivió tanto pero estoy convencida de que el futuro alberga un reconocimiento trascendental de su obra. Jonas el que es, Jonas el poeta y Jonas el que sólo quiere ser, “Puedo entender a los gatos, a las vacas, a los perros (...) pero no puedo entender a los humanos” relata Jonas en Lost, Lost, Lost y unos años más tarde en Letter from Greenpoint (2004), reflexiona mientras acaricia a su gatito Mizzi:

Miren al gato. No tiene pretensiones más que ser un gato comiendo su comida  de gato. No es tan fácil ser así. Lo intento. Lo intento. Espero algún día lograr llegar a ese estado. Sólo ser.

​Lo lograste Jonas, lo lograste.
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Jonas Mekas en 2018 fotografiado por Wei Gao.

​​El día que murió Jonas, brindé con una copa de vino tinto a su memoria, lagrimón
de por medio y le di las gracias por las horas maravillosas que me regaló.

Notas

1. October / Vol. 29 (Summer, 1984), pp. 82-116
Agradecemos a Javier Porta Fouz por compartirnos los catálogos del Bafici para la elaboración de esta nota.

Una postal desde Mar del Plata

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"Gracias por el libro. Como ves, estoy en el otro extremo del mundo. Admirando el sol gracias al dinero del Gobierno argentino. Con mi pelicula estaba invitado a Festival del Cine de Mar del Plata: autografos, fotografos, entrevistas, muchachas chillando - Having  a Good Time. La vida de Filmaker - After all - tiene algunas cosas buenas." 

JONAS

Traducción: José Antonio Naujokaitis 

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